agosto 14, 2007

A mis gaviotas

Cuando mi niñez dormía en playa ajena
Las horas pasaban de prisa entre el sol y mi risa
Con la cara marchita cuando llovía de día
Porque mis gaviotas volaban a guarecerse
Pero volvían, tenaces como un mal sueño
Noche tras noche, día a día

Y a las gaviotas le sentaban muy bien el día
Los domingos y los jueves
Los soles calientes de eternos rayos y felices despedidas
Sabía que mis ojos de niño las verían partir un día
Se irían a la vieja Europa

Y yo me pondría viejo, pues se llevarían mis años a su nido
Y nada se aplaza desde ayer para luego
Rondaré en la casa y desespero antes de que amanezca,
En todo el mundo menos en tu cuerpo

Y todo se acabará, y el tiempo se hará recodo
Y de otro modo, su voz se hará olvido
Y no importa si amanecezco con el sol en la cara
Encendido pero mis ganas con las gaviotas de mis días
No llegará la calma, no llegará el alivio
Y divagaré en el olor de sus alas, desaparecerá de la arena,
Nunca se quedó en mi boca

Y defiendo las horas, descomponiendo todo
Para nombrar un beso, aun no sea de amor
Que no pase el tiempo, y se congele de noche
El ocaso caiga lento como cuando le canto a mis gaviotas
Cuando me despido, antes de su partida.

No hay comentarios: