julio 02, 2013

Disculpa a mi madre.

Madre mía, mujer roble con olor añejo
mis lagrimas secándose en tu seno, 
no serán par de mi arrepentimiento.

He tomado lo que no es mio
y me dijiste no robarás, es mi culpa madre santa.

He llorado corazones rotos entre muslos comprados,
le mentí a tus ojos, me vi en ellos y me creí, solo, en un abrazo tuyo,
no administro bien nada, ni las palabras.

No he sido el amante que quisieras que fuese, 
pero he amado con locura,
y este es mi último pecado, oh madre.

Mi vida no es tuya, ya no más, 
lo fue por mis años, mis turbios años
ahora estoy viejo y desconsolado.

¡Madre, lo siento y lo siento tanto! 
Porque se te pintará una sonrisa al final de la noche
al escucharme sollozar desde el otro cuarto,
el orgullo vestirá tu vientre y el dolor, se habrá ido
cuando comprendas que la amo.