Y acaba la rutina
en los días playa nunca falta el sol,
las noches se llenan suavemente de fricción
por el larguero del litoral, se ve lejos nuestro andar
explorando los recovecos, en la arena tersa, nuestros pies
y la cuidad queda lejos, no hay cuervos, hay lapas
salen sapos y serenatas de la nada.
Y acaba el día
vuelve lento del turbio hormigón a ser parte de la vida
los artesanos se organizan en una calle olvidada y hablan inglés
camino el mismo el paso, el mismo andar por las aceras y la costa
pero se te ve más lejos mujer, extrañando la sal y la arena en la espalda
sin las piernas al aire, en la cuidad no somos nosotros, no somos el mundo.
Y se acaba el mundo
La fecha es incierta, pero se acaba, se nutre cada vez menos
muere de hambre al no querer comer y se me ve más lejos, un hombre
como un recuerdo, sin alma, sin paz, sin amor; ¡He perdido la vida!
el mundo y los días y las noches con sus horas y minutos
que dejan huellas profundas cual creyendo ser siglos de avance y vacuidad.
La rutina vuelve a servirnos de desayuno, nuestro amor.