mayo 27, 2012

Voltear

Contra el calor, gafas oscuras
Yo sé que el sol no puede contra mi dedo
Y quiero un rostro fino contra mi hombro
Las tres de la mañana, sin lambda.

Ver lluvia correr por las rodillas del marfil de mis sueños
Comer y dormir, hambres y sueños ajenos que alguna fueron míos
Y después, después que cambio a casi nunca y casi que murió, nunca.

Estatua blanca mojada con lluvia dorada
Quieta, muerta y mirando fijamente
Esperando a ser remembranzas de una mujer, ídolo.

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