marzo 03, 2011

Constantinopla

Calles rancias,
la misma ropa interior de ayer...
Damasco vuelta mujer,
con bronce en el pecho a la hora del té
y música saliendo del arpa de sus muslos vestidos de gris.

Una mirada de cristal con lúgubre hora de partir a Constantinopla
pues es tarde y es temprano, las asesinas campanas solo hacen aflorar la ternura
y un pequeño abrazo sutil de brasas ardientes y rojas.

Los pies dormidos de tanto descansar, el cabello desnudo sin pechos que cubrir
un ombligo pulcro, sin mancha alguna y la lengua santa, sin afilar.

llegamos muy tarde y muy temprano,
por que la lluvia es sueño,
el frío es necio y el sol no nos ayuda,
por ciudad ajena, tan ajena que no es mía,


(inconcluso)

1 comentario:

Anónimo dijo...

TERMINELO !!!!!!!!!!